viernes, 10 de agosto de 2012

El comercio ante la crisis

No digo nada nuevo si constato el hecho de que el comercio, sobre todo el pequeño, tiene un panorama  más difícil en épocas de crisis, como es la actual. Por todo ello palabras como innovación, segmentación, u orientación al cliente cobran aún mayor importancia. El pequeño comercio no debe permanecer pasivo viendo cómo caen las ventas esperando que los posibles clientes miren su escaparate y decidan entrar a comprar. Estas pérdidas en las ventas, además van asociadas a un cambio en el modelo social. Tenemos menos tiempo para realizar nuestras compras, y menos para andar buscando lo que queremos. Esta es de hecho, una de las razones por las que las ventas online están teniendo cada vez mayor éxito. ¿Está entonces el pequeño comercio abocado al fracaso? No, ni mucho menos, pero su papel ha de ser otro, no sólamente el de dispensador de productos; sino que ha de ser capaz de aportar experiencias placenteras al posible cliente. ¿Cómo? Haciéndole sentirse especial en el momento de la compra (productos diferentes, exclusivos,...); pero también recuperando el rol del tendero de antaño, cuyo comercio se convertía en una especie de foro de encuentro del vecindario. Todo esto se perdió en la medida en que el consumo lo convertimos en un fin en sí mismo, y no en un medio para cubrir nuestras necesidades, tanto materiales como afectivas. Ahora la crisis nos obliga a revisar este modelo. Es el pequeño comercio el que ha de adaptarse al nuevo modelo, y no al revés. Para ello las nuevas tecnologías y el uso adecuado de las redes sociales, pueden ayudarnos a dar a conocer nuestro comercio más allá de nuestro barrio, y lo que es más importante mantener a través de estas herramientas una relación similar a la del tendero de siempre con su clientela. Y es aquí donde el papel del community manager cobra su importancia, ya que es quién se ocupará de tejer estas relaciones.

Por último me gustaría hablar de una emprendedora que lejos de abrir una tienda de ropa más, ha optado por vender sus obras en forma de camisetas, vestidos, o complementos. De hecho el nombre de la tienda lo dice todo. "Vas hecha un cuadro", en pleno Casco Viejo BilbaínoCon ello la dueña, Maite Cobo, ha conseguido dar a sus clientes la garantía de exclusividad en el diseño, y hacerles sentir "especiales" en el proceso de compra. En una entrevista que le hicieron en Radio Euskadi subrayaba dos conceptos: el hecho de creer firmemente en el proyecto propio, y la importancia de establecer sinergias, o crear redes de colaboración. Son obvios pero a veces los dejamos por el camino. Os dejo el enlace de la web de la tienda.

http://www.vashechauncuadro.com