USO ADECUADO DE LAS REDES SOCIALES: CASO DEUSTO

Ayer saltó a los medios de comunicación la, cuando menos, embarazosa situación provocada por la difusión de imágenes (sobre todo femeninas) íntimas de alumnos de la Universidad de Deusto a través del WhatsApp. Al principio parecía que alguien había robado estas imágenes de los ordenadores y teléfonos móviles que se conectaban a la wifi del centro, hecho que fue desmentido por fuentes de la propia universidad. En pocas horas Deusto se convirtió en "trending topic" y como no podía ser de otra manera empezaron a viralizarse no sólo las citadas imágenes, sino también rumores de todo tipo. Tales como que se había procedido a la detención de 6 personas  o que existía un blog con todas esas fotografías.

Todavía no parece haber nada confirmado, más allá de que dos personas han presentado una denuncia. En cualquier caso una de las hipótesis apuntan a que se habría podido instalar un troyano en el programa utilizado por WhasApp para redirigir las imágenes que se envían a través del servicio gratuito.

En cualquier caso, y a la espera de aclarar los hechos, as conclusiones que se pueden derivar de esto serían varias.

1. En primer lugar el hecho de que los usuarios han de tener especial cuidado en el envío de contenido a través de las redes, en mi opinión no enviar material que pueda comprometer aunque se envíe a amigos. Ya que nunca se tiene la seguridad al 100% de que cosas como éstas no ocurran.
2. Una vez más, estos canales han servido para alimentar bulos y generar desinformación. Si bien es cierto que el "radio macuto" siempre ha existido, nunca con el poder de viralidad que tienen las redes sociales.
3. Por lo tanto, creo que se impone la necesidad de educar en el uso adecuado de las redes sociales, no sólo a los jóvenes. Ya que sucesos como éstos reafirman a los (todavía muchos) contrarios al uso de los social media, y generan desconfianza entre los usuarios. 

Uso de las redes sociales: ¿estamos mejor informados o recopilamos más datos?

He leído en El País un artículo que recomiendo, en él se hace una referencia a un estudio publicado por la empresa Hubspot que estudiaba el comportamiento de los usuarios de Twitter. Entre otras cosas se decía que:

• El 16% de los mensajes generaron más retuits que veces se hizo clic en el contenido recomendado.
• El 14% de los mensajes retuiteados no tuvieron un solo clic.

http://tecnologia.elpais.com/tecnologia/2012/11/13/actualidad/1352810353_738084.html

Al margen de los resultados de este informe, lo que si es cierto es que Internet, los nuevos dispositivos móviles, las redes sociales, y más concretamente las redes de microblogging nos ofrecen la posibilidad de estar conectados todo el tiempo y compartir información, reflexiones, o mensajes con un número inmenso de personas. 

Esto en sí, puede parecer positivo, pero lo cierto es que si se siguen a 100 o más usuarios de Twitter, es muy difícil por no decir imposible que podamos leer todo aquello que ellos quieren compartir con nosotros, y viceversa, máxime si además comparten enlaces sobre noticias concretas. Se queda por tanto en una especie de muro en el que la gente cuelga sus mensajes, y aunque todo el mundo pasa por delante de él, poca gente lee.

Varios autores señalan los problemas que pueden generar este deseo de estar permanentemente conectado, y compartir de modo "casi compulsivo" información o mejor dicho datos. Así Nicholas Carr en su libro "¿Qué está haciendo internet con nuestras mentes? Superficiales",viene a  formular la tesis de que estamos convirtiendo a las nuevas tecnologías en un fin en si mismo en lugar de un medio. Por otra parte Harriet Griffey en "Concéntrate" apunta el hecho de que la dependencia que sentimos respecto de las nuevas tecnologías no sólo no mejora la eficiencia en el trabajo, sino que puede perjudicarla seriamente, ya que imposibilita, o al menos obstruye, a la concentración.

Con estas reflexiones no trato por supuesto de denostar las redes sociales, dado que soy Community Manager y ante todo socióloga. Pero quizás ha llegado el momento de que nos planteemos no tanto sólo qué herramienta queremos, sino para qué. Y en este caso las redes sociales han de generar conversaciones y no diálogos entre sordos.

Por último y creo que viene al caso citar a la revista El Jueves, en la que en una de sus geniales portadas, el protagonista decía algo así como "tengo 500 amigos en Facebook y ninguno al que gorronearle un cigarro"

EL CROWDFUNDING EN EPOCAS DE CRISIS

En épocas de crisis y de recortes, tanto asociaciones como emprendedores han de ser más creativos a la hora no sólo de desarrollar sus proyectos, sino también en el capítulo de recaudar fondos. Se recortan subvenciones públicas de aquí y de allá, y la financiación de carácter privado es tanto o más costosa de conseguir.

Sin embargo, en este marco desfavorable, son cada vez más los proyectos que ven la luz gracias a pequeñas aportaciones de mucha gente que cree en ellos. Así películas, álbumes de música, o iniciativas de carácter social se han visto materializadas gracias a estas donaciones.

Músicos y artistas emergentes que no logran el respaldo de una empresa del sector, pueden conseguirlo gracias a personas anónimas a las que les guste su música.

En lo que respecta a las asociaciones cabría decir que la figura del asociado, con una aportación fija mensual, es cada vez más escasa. La gente no está tan dispuesta a dar una cuota mensual, a tal o cuál asociación sin saber muy bien para qué se utiliza. En vez de ello prefieren aportar pequeñas sumas de dinero para iniciativas concretas y de relativa fácil consecución, ya sea adquirir una silla de ruedas para un niño que lo necesite, o donar libros para una escuela del Tercer Mundo. Y es aquí donde el tercer sector ha de ser consciente de esta situación y evolucionar asumiendo nuevos retos.

En este sentido, una vez más, las nuevas tecnologías han logrado esa viralidad en el mensaje sin la que de otro modo esto no sería posible.

Os dejo un enlace interesante:

http://www.universocrowdfunding.com